Estación Central bis es la continuación —valga la cacofonía— de Estación Central (Biblioteca de Cuento Contemporáneo, No. 13) que señala al Centro Histórico de la Ciudad de México como uno de los sitios más fascinantes del planeta. Moderno y ruinoso, elegante y decadente, turístico y peligroso, todos los días se gestan en sus plazas, calles, hospitales, cantinas, trenes subterráneos, iglesias, pollerías, museos y antros, infinitas historias dignas del mejor de los cuentistas. En Estación Central bis se dan cita catorce escritores —José Luis Velarde, José Luis Sandín, Fernando Ruiz Granados, Eduardo Parra Ramírez, Herminio Martínez, Carlos Martín Briceño, Gustavo Marcovich, Manuel Lino, Mónica Lavín, Marcial Fernández, Valentín Chantaca González, Roberto Carrancá, Doris Camarena y Antonio Calera-Grobet— para escribir historias movibles en diferentes épocas, relatos de amor y sexo, fantasmas, crímenes, misterios, gigantas que cobran vida y oficios casi olvidados que hacen del otrora Ombligo de la Luna, el corazón del México contemporáneo.
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Estación Central bis es la continuación —valga la cacofonía— de Estación Central (Biblioteca de Cuento Contemporáneo, No. 13) que señala al Centro Histórico de la Ciudad de México como uno de los sitios más fascinantes del planeta. Moderno y ruinoso, elegante y decadente, turístico y peligroso, todos los días se gestan en sus plazas, calles, hospitales, cantinas, trenes subterráneos, iglesias, pollerías, museos y antros, infinitas historias dignas del mejor de los cuentistas. En Estación Central bis se dan cita catorce escritores —José Luis Velarde, José Luis Sandín, Fernando Ruiz Granados, Eduardo Parra Ramírez, Herminio Martínez, Carlos Martín Briceño, Gustavo Marcovich, Manuel Lino, Mónica Lavín, Marcial Fernández, Valentín Chantaca González, Roberto Carrancá, Doris Camarena y Antonio Calera-Grobet— para escribir historias movibles en diferentes épocas, relatos de amor y sexo, fantasmas, crímenes, misterios, gigantas que cobran vida y oficios casi olvidados que hacen del otrora Ombligo de la Luna, el corazón del México contemporáneo.